21 DÍAS. Día tres. Vivo el ritmo natural de las cosas.

 Desde mi ansiedad, quiero que todo sea rápido. Desde mi ansiedad quiero que ese futuro que quiero llegue ya. Desde mi ansiedad me dificulta vivir el presente. Entonces hoy, aquí y ahora, junto con la ansiedad me decido ver cada día con el mismo ritmo del amanecer, atardecer y anochecer. Observo con detención y una sonrisa en mi rostro, la cotidianidad y el flujo natural de las cosas. Así confío en que todo encuentra un orden y un recorrido. Así entonces puedo ver la sincronía de las situaciones, las conexiones profundas que se notan al callar la mente. Me detengo y observo hacia dentro y hacia afuera, este ritmo natural donde todo se acomoda, mientras todo sucede, todo sucede, todo sucede naturalmente. 

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